La reforma de este piso busca conservar al máximo elementos preexistentes como son los suelos de baldosas nolla e hidráulica, las carpinterías de madera y las molduras. Además de preservar el alma del lugar, la conservación de estos elementos originales también supone un ahorro de residuos y nuevos productos muy importante: se recuperan prácticamente todos los radiadores de hierro fundido, se restauran las ventanas del salón y habitaciones, las puertas de madera, y se reconstruyen donde es necesario los suelos y las molduras.

Por otro lado, la propiedad busca habitaciones más espaciosas y mucha luz.

Los espacios con más personalidad son el salón y la cocina. Para conformar el salón se unen tres estancias. Los esfuerzos se centran en conservar las molduras de techo y paredes, recuperar las carpinterías de madera, los suelos de baldosa nolla y consolidar las molduras en techos y paredes.

En la cocina, la luminosa galería tiene mucha presencia. En esta parte, la estructura de madera y el suelo de colores intensos hacen que el espacio sea muy original. Las carpinterías en esta parte estaban en muy mal estado, por lo que no se pueden recuperar. Se logra una reproducción de las ventanas de madera bastante fiel al modelo original. La luz desborda por las innumerables ventanas, pero es importante que todas ellas sean de una gran calidad para que la temperatura de confort en el interior se alcance sin grandes esfuerzos. Para ello, también se aíslan las paredes con aislamiento textil reciclado.